Elegir el tipo de carburante para tu coche nuevo puede ser una tarea difícil, pero no te preocupes, estamos aquí para ayudarte. A continuación, te presentamos una breve guía sobre los diferentes tipos de carburantes disponibles en el mercado y sus ventajas y desventajas.
Los diferentes tipos de carburante
Gasolina
La gasolina es el combustible más utilizado en el mundo y está disponible en casi todas las estaciones de servicio. Los motores de gasolina son más baratos y requieren menos mantenimiento que los motores diésel. Además, los coches de gasolina suelen ser más rápidos y potentes que los de diésel, aunque esto también depende del modelo.
En general, los coches de gasolina son más asequibles que los diésel y suelen tener una mejor aceleración. Sin embargo, su consumo de combustible es mayor que el de los diésel, lo que significa que tendrás que llenar el tanque con más frecuencia.
Si tu plan es ir de vacaciones o hacer viajes largos, un coche de gasolina podría ser una buena opción, ya que la mayoría de las estaciones de servicio ofrecen gasolina y es fácil encontrar estaciones de servicio en la mayoría de las rutas.
Diésel
El diésel es una buena opción si planeas conducir largas distancias o si quieres un coche más potente. La ventaja principal del diésel es que consume menos combustible que la gasolina, por lo que puede ser más económico a largo plazo. Sin embargo, el diésel es más caro que la gasolina y también es más costoso de mantener y reparar. Además, el diésel está sujeto a nuevas normas del estado que limitan su uso en algunas ciudades. Si planeas conducir en la ciudad, la gasolina es una mejor opción que el diésel.
Eléctrico
Si te preocupa el medio ambiente y quieres reducir tu huella de carbono, un coche eléctrico puede ser la mejor opción para ti. Los coches eléctricos utilizan un motor eléctrico para impulsar el vehículo, lo que significa que no emiten gases contaminantes. Si planeas conducir en la ciudad o si tus desplazamientos diarios son cortos, un coche eléctrico puede ser una buena opción para ti. Sin embargo, ten en cuenta que los coches eléctricos pueden tener un rango limitado y la carga se tarda mas que repostar gasolina o diesel.
Son más caros en términos de precio de compra, pero su mantenimiento y costos de combustible son mucho más bajos que los de los coches de gasolina o diésel. Además, con la creciente infraestructura de carga de vehículos eléctricos, la carga ya no es un problema.
Híbrido enchufable
Los coches híbridos enchufables son una excelente opción para quienes quieren reducir su huella de carbono y ahorrar dinero en combustible, pero también necesitan la flexibilidad de un coche a gasolina. Los híbridos enchufables funcionan como los híbridos normales, con un motor de gasolina y un motor eléctrico. Sin embargo, la batería de un híbrido enchufable es más grande y se puede enchufar para recargarla. Esto significa que puedes conducir en modo eléctrico durante ciertas distancias, lo que es excelente para la conducción en la ciudad o para trayectos cortos. Si necesitas recorrer una distancia más larga, puedes cambiar al motor de gasolina. Los híbridos enchufables también pueden ser excelentes opciones para las familias que buscan un coche más ecológico y eficiente.
Hidrógeno
Aunque son menos comunes, los coches con celdas de combustible de hidrógeno son una opción interesante para aquellos que buscan reducir su impacto en el medio ambiente. Los coches de hidrógeno son impulsados por una celda de combustible que utiliza hidrógeno como combustible y oxígeno del aire para producir electricidad. La electricidad impulsará el motor eléctrico del coche y el único subproducto será el vapor de agua. Sin embargo, la infraestructura de recarga de hidrógeno es aún muy limitada, lo que puede hacer que los coches de hidrógeno no sean una opción práctica para muchos conductores. Además, el precio de los coches de hidrógeno es actualmente muy elevado.
E85
El E85 es una mezcla de etanol y gasolina que contiene un 85% de etanol y un 15% de gasolina. Los coches que pueden funcionar con E85 se conocen como "coches flexibles" y pueden funcionar con cualquier combinación de gasolina y etanol. El etanol es un biocombustible producido a partir de cultivos como la caña de azúcar y el maíz, lo que lo hace una opción más sostenible que la gasolina. Además, el E85 es generalmente más barato que la gasolina. Sin embargo, los coches que funcionan con E85 suelen tener una menor eficiencia de combustible en comparación con los coches que funcionan con gasolina. El E85 también tiene una disponibilidad limitada en algunas áreas, lo que puede hacer que no sea una opción práctica para todos los conductores.
GPL
El GPL es una mezcla de propano y butano que se utiliza como combustible en algunos coches. Los coches que pueden funcionar con GPL se conocen como "coches bifuel" y pueden funcionar con gasolina o GPL. El GPL es una opción más económica que la gasolina y produce menos emisiones de CO2 y otras emisiones tóxicas. Además, el GPL es generalmente más fácil de encontrar que el E85 y tiene una mayor eficiencia de combustible en comparación con los coches que funcionan con gasolina. Sin embargo, el costo de convertir un coche para que pueda funcionar con GPL puede ser costoso, lo que puede hacer que no sea una opción práctica para todos los conductores. Además, el tanque de combustible de GPL es generalmente más grande que el tanque de gasolina, lo que puede afectar la capacidad de carga del coche.
Las nuevas normas europeas relativas a los carburantes
El Parlamento Europeo ha acordado que, a partir del año 2035, los fabricantes de automóviles no podrán vender más vehículos con motor térmico, diésel, gasolina o híbridos, lo que se espera que impulse la producción y la venta de vehículos eléctricos y de pila de combustible.
España, que había planeado prohibir los vehículos de combustión en 2040, ahora se verá obligada a acelerar sus planes y adaptarse al nuevo acuerdo cinco años antes. La Comunidad de Baleares, por su parte, ha aprobado la Ley de Cambio Climático que prohíbe la circulación de vehículos diésel nuevos a partir de 2025 y todos los vehículos de combustión a partir de 2035.
En 2021, las matriculaciones de vehículos eléctricos, híbridos y de gas aumentaron en un 55% en comparación con 2020. Sin embargo, existen dudas sobre si los fabricantes de automóviles, países e industrias de la automoción pueden alcanzar esta meta en el plazo de tiempo estipulado.